Días atrás una familia fue víctima de dos robos en su pequeño comercio de Balcarce. Tras hacer la denuncia se inició una investigación, pero lo asombroso fue que poco después empezaron las amenazas.
BALCARCE.- Un interno de la cárcel de Batán tenía en su poder el teléfono celular desde el cual se enviaron mensajes amenazantes contra un matrimonio de Balcarce que había denunciado dos robos sufridos en su comercio.
Personal de la Sub DDI de Balcarce secuestró en las últimas horas el dispositivo durante un allanamiento que se realizó en la celda 49 del pabellón 10, correspondiente a la Unidad Penal N°15 de Batán. Un marplatense de 31 años, que cumplía una pena por un robo precisamente cometido en la ciudad de Balcarce, tenía en su poder el aparato.
La investigación se inició días atrás cuando la familia Briz fue víctima -con tres días de diferencia- de dos robos en su local de las calles 24 y 47.
Con los datos aportados por una cámara de seguridad privada y el relato de algunos vecinos orientó la pesquisa a unos jóvenes que provenían del propio barrio. Briz no dudó en hacer la denuncia y poner en poder de la Justicia los videos. Pese a los datos y a un allanamiento que se hizo por parte de la Policía local, los autores siguen libres.
La situación se agravó en los últimos días para los damnificados, ya que desde un teléfono les empezaron a llegar mensajes intimidatorios que apuntaban a que “se dejaran de joder” porque sino lo iban a pasar mal. Lo llamativo también es que la persona que hizo contacto demostró conocer detalles de la conformación de de la familia y otros datos.
El fiscal Rodolfo Moure autorizó el entrecruzamiento de llamadas y mensajes del celular desde donde provenían las amenazas.
El operativo coordinado por el comisario Maximiliano Blanco Rio permitió dar con el celular que estaba en manos de un preso de 31 años de edad, oriundo de Mar del Plata, que se encuentra purgando una condena por un robo cometido en Balcarce hace aproximadamente dos años. Ahora se investigan vínculos con la banda que robó en el comercio de la familia Briz que, por otra parte, estaría identificada.
La causa continuará con el peritaje que se hará al celular y la tarjeta de memoria interna para confirmar, como se presume, si desde ese móvil partieron los mensajes de wathsapp con amenazas que recibió la familia Briz.